27.02.2025
El cambio climático, caracterizado por un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, está ejerciendo una presión cada vez mayor sobre la estabilidad de taludes a nivel global. Los taludes, tanto naturales como construidos, son sistemas geotécnicos complejos que interactúan de manera dinámica con su entorno. Los eventos extremos, como sequías prolongadas y lluvias torrenciales, alteran significativamente las condiciones hidrogeológicas y geomecánicas de los taludes, incrementando así el riesgo de fallas catastróficas.